martes, 17 de julio de 2012

Escándalo LIBOR camino de convertirse en uno de los mayores fraudes financieros con la implicación del Gobierno de Obama y altos funcionarios de EEUU

Bryan Serrano /Martes 17 de julio del 2012

Tal como lo veníamos señalando el escándalo Libor que sacudió en un primer momento al Reino Unido apenas constituye la punta del iceberg de un fraude bancario de proporciones astronómicas que se ha venido cocinando tras bastidores. Aún con toda la conducta 'miope' y hasta cómplice de los 'reguladores financieros', sobre todo en el período preliminar al estallido de la crisis la fuerza de los acontecimientos y de la historia propiamente dicha están haciendo inevitable el destape total de las fechorías de la gran banka gasnteril, o  'banksters', en el seno del sistema financiero.

Debido a la magnitud de sus proporciones y de sus alcances a nivel internacional este escándalo va camino seriamente de convertirse en el mayor fraude financiero del que se haya tenido registro, en un contexto en que la economía se dirige hacia la crisis más profunda desde la segunda guerra mundial. Hoy el escándalo libor ha cruzado el atlántico implicando al gobierno de Obama y ha algunos de sus altos funcionarios. Es así que sólo hace cuatro días la prensa norteamericana hizo pública la implicación del actual Secretario General del Tesoro Thimothy Geithner (citado por el senado a declarar junto al actual presidente de la Fed Ben Bernanke) a través de una correspondencia fraudulenta entablada con la banca británica en dónde se evidenciaba la presión por parte de la Fed para manipular deliberadamente el índice LIBOR. 

Y es que en el mundo bizantino de la regulación financiera la Fed de EEUU es quizás el jugador más poderoso aún así ésta haya tratado de ocupar un 'papel marginal' cada vez que surgían indicios en cuanto a la manipulación del LIBOR tal como apuntan las investigaciones. La respuesta a la pregunta del porqué las autoridades reguladoras, y al parecer los gobiernos "habíanse hecho de la vista gorda" están comenzando a caer por su propio peso, y es que el poder financiero se encuentra conectado muchas veces al mayor nivel con los poderes públicos y sus instituciones financieras.

Pero eso no es todo. En las ciudades de Boston, Nueva York y Baltimore el escándalo LIBOR ha estallado en forma más profusa como una lluvia de demandas contra los grandes bancos a los cuáles se les acusa de haber estafado con el pago de una fraudulenta prima de seguros para cubrir los aumentos de la tasa de interés por parte de ciudades, municipios, gobiernos estatales y otras entidades locales. Como anotábamos, la acción delictuosa de los banksters consistía en fijar un precio base artificial y así proporcionar información errónea sobre el nivel de los tipos. Ésto conllevaba a fijarse el LIBOR con tasas bajas lo que le permitía a bancos como Barclays mejorar sus balances, prestar y prestarse dinero a un precio más barato, dinamizar sus créditos y otorgar una supuesta confianza y seguridad a miles de clientes quienes seguían firmando contratos. 

Con estas prácticas fueron desfalcados los presupuestos públicos de las ciudades y gobiernos locales quienes compraron cientos de millones de dólares de permutas swaps -seguros contra el aumento de las tasas- y contratos a futuro calculados en 900 billones de dólares todos vinculados a la tasa LIBOR, según la Corporación de Comercio de Mercancías a Futuro de EEUU. Así, éstos gobiernos pagaban la prima de seguros al banco, el cuál "asumía los costos" en caso de aumento de las tasas de interés, mientras que se continuaba pagando con una partida diferente la misma tasa de interés. En Baltimore, la ciudad más poblada del Estado de Maryland-EEUU, con la manipulación a la baja de la tasa LIBOR los gobiernos locales terminaron quebrados precisamente cuando no podían refinanciar los contratos swaps luego de haberse endeudados con préstamos para obras públicas.  Aparte de Barclays, cerca de 15 grandes bancos del mundo, entre ellos algunos estadounidenses como Citigroup, Bank of America y JPMorgan Chase, son acusados de estar vinculados con la manipulación artificial de la tasa LIBOR en EEUU lo que revelaría la extensión trasatlántica de la red de maraña y corrupción en el sistema financiero internacional. 

Como anotábamos en un post anterior, el LIBOR no solamente funciona como índice de referencia en el mercado interbancario que involucra a capitales de grupos corporativos, deuda pública o fondos de pensiones. En realidad determina las tasas de interés para transacciones valorizadas en alrededor de 550 billones de dólares en derivados financieros de todo tipo de contratos y micro-financiamientos  relacionados a préstamos pequeños, tarjetas de crédito, hipotecas de interés variable y seguros para préstamos estudiantiles (diariamente los intercambios de productos financieros relacionados al LIBOR ascienden a un valor de 270 mil millones de euros) comprobándose de forma tangible que los efectos en su manipulación a través de los 'traders' bancarios han ido exprimiendo sistemáticamente los bolsillos de los ciudadanos ocasionándoles millonarias pérdidas. Un estimado reciente ha demostrado que en EEUU más del 90% de las hipotecas sub-prime (las hipotecas basura que eclosionaron la crisis) estuvieron sujetas a la tasa LIBOR. Por ello, aún queda por investigar cuál ha sido el impacto real de su manejo fraudulento en el sistema financiero, tanto para millones de consumidores y pobladores de a pie, e incluso sobre el volumen de la deuda pública y la crisis de la eurozona.

Queda claro que con cada uno de los escándalos bancarios que han ido destapando la naturaleza de la crisis actual -Bankia, JP Morgan, Lehman Brothers, etc.- los preceptos neoclásicos y monetaristas sobre los cuáles se echó a andar la 'economía real' han quedado sobrando. Aquí los bancos no actúan como simples 'intermediarios financieros' y su 'remuneración' viene dada por las diferencias entre las tasas de interés; ni tampoco es el mercado el que garantiza el equilibrio entre la oferta y demanda de los fondos prestables tal como se acostumbra dictar en los cursos básicos de economía empantanados por el pensamiento neoliberal. En la práctica social, son los bancos los que concentran el poder de crear dinero, y son los agentes privados del sistema financiero los que determinan sus precios. 

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